The Witness para Windows

Sea testigo de este increíble juego

The Witness es increíble. Te sumerge directamente en su mundo, sin detenerse a enseñarte nada y dejándote que descubras las reglas de sus puzles por ti mismo. Lo mejor de todo es que, gracias a sus inteligentes incrementos de dificultad y a su inteligente retroalimentación visual, poco a poco eres capaz de resolver cosas que al principio parecían imposibles, y la sensación es increíble.

Paso a paso

The Witness comienza contigo mirando una luz. Manteniendo pulsado el mando, empiezas a caminar hacia la luz al final del túnel, y es entonces cuando te das cuenta de que -desde el momento en que se carga el juego- has estado jugando.

Al llegar al final del pasillo encuentras tu primer puzzle. Una tarea increíblemente fácil que te obliga a colocar el pequeño punto que utilizas para interactuar con el mundo en el punto de inicio y arrastrar la línea brillante que crea hasta el final.

Sí, es simple, pero incluso esto establece algunos hechos importantes que se mantienen durante todo el juego: cómo interactúas, dónde empiezan los puzles y dónde acaban.

A esto le sigue una tarea similar que se basa en los principios subyacentes: guiar la línea luminosa por una cuadrícula. De nuevo, no es difícil, pero te enseña la forma básica de todos los puzles que vienen a continuación, a la vez que te demuestra que no puedes retroceder ni cruzar la línea.

Y así sucesivamente. Desde el primer momento estás aprendiendo, y a medida que pasas de una zona del mundo abierto a otra, se descubren nuevas reglas que se superponen a los mismos puzles basados en la cuadrícula, todo ello sin necesidad de explicaciones explícitas. Una vez conocidas las soluciones, es posible pasarse el juego en unas pocas horas, completando sólo un puñado de cuadrículas críticas, pero la diversión está en el desafío del descubrimiento.

Y sí, sé que estoy siendo impreciso, pero sólo porque no quiero estropearte ni un segundo. Además, sólo si descubres las reglas por ti mismo -y las integras en tu caja de herramientas mentales- podrás aplicarlas eficazmente en futuras soluciones.

Sueños en cuadrícula

Todo lo que averigües sobre los puzles de The Witness fuera del juego, resta satisfacción al hecho de resolverlos por ti mismo.

Esto es algo que realmente quieres evitar porque -en sus mejores momentos- The Witness ocupa tus pensamientos incluso cuando no estás jugando: intentando averiguar las reglas de un puzle, su solución o las pistas del entorno que pueden formar parte de la respuesta.

Te hace estar despierto por la noche, pensando, y luego levantarte de la cama a las tres de la mañana tras un repentino destello de inspiración. Lo cual es asombroso si aciertas, pero no tanto si te equivocas.

Y es una experiencia holística, en la que los rompecabezas se inspiran en todo lo que te rodea. Puede que necesites utilizar el color, la luz, la sombra, la forma, la conciencia espacial y el sonido del entorno... o puede que todo lo que necesites esté en la cuadrícula que tienes delante.

Nunca puedes estar seguro de dónde está la respuesta. Esto significa que al caminar en primera persona por la impresionante isla estilizada del juego, en todo su esplendor de acuarela, debes estar siempre atento. Tal vez te hayas perdido algo en el verde esmeralda del bosque de bambú, o en el reflejo del mar cuando estás en la playa.

El resultado es que, además de disfrutar de la belleza de un mundo muy bien diseñado mientras pasas de un entorno a otro, debes estar siempre atento.

Una experiencia holística y absorbente

The Witness se apodera de tu mente y no la libera hasta que terminas. Puede que tu punto final sea terminar la historia en torno a la marca de los 300 puzles, cuando resuelvas los 700 enigmas que ofrece el juego, o simplemente cuando te quedes tan atascado que tu frustración te empuje a abandonar. Pero, mientras te retiene, su agarre es implacable.